domingo, agosto 27, 2006

Sigo investigando como hacerte una canción, mientras tanto consideré pertinente dedicarte una nueva prosa desesperada. Es de noche y tu sabes como me pongo cuando no estás conmigo, te recuerdo tanto, escucho tu respiración, tu voz y tus latidos en todos los rincones de la casa.

No hay que ir muy lejos para plasmar las preguntas de una noche sin ti. Ahí está el cuaderno esperando fielmente a que lo tome y escriba en él cuanta tontería se me vaya ocurriendo. "Te extraño mucho", escribo, y el niño que vive dentro de mi se asoma un rato para sacarme la lengua y pedirte un peso para ir a comprar algo a la tiendita.

Continúo escribiendo, esperando volverme más sofisticado o menos niño, lo que pase primero. No pasa nada, y me quedo esperándote, recordando tus besos y todo lo que te compone, escuchando tu música, cantando tus canciones, sacando de los cajones las fotos y la bufanda que olvidaste la última vez que te viniste.

Vuelvo a escribir que te extraño, sintiéndome en verdad más niño.